Llegamos al tramo que nos lleva hasta la Cova de l’aigua. Justo antes de subir por unas escaleras, se encuentran unas rejas que protegen una inscripción romana del año 238 a.C.
Llegamos al tramo que nos lleva hasta la Cova de l’aigua. Justo antes de subir por unas escaleras, se encuentran unas rejas que protegen una inscripción romana del año 238 a.C.